El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha señalado este martes en Bruselas que la prioridad del Gobierno español en la Presidencia del Consejo de la Unión Europea será la de “vincular el consumo a la transición ecológica y a la agenda verde europea”.
Así lo ha expuesto Garzón en su intervención en el European Consumer Summit 2023, presidido por el comisario de Justicia y Consumo de la Unión Europea, Didier Reynders, y en el que también han participado responsables de Consumo de los otros tres países que, junto con España, ostentarán la Presidencia del Consejo de la UE hasta 2024 (Suecia, Bélgica y Hungría)
Para el ministro de Consumo, el cambio climático es “un motivo de preocupación cada vez mayor” en Europa y, especialmente, en países mediterráneos como España. Por ello, ha considerado “crucial” propiciar iniciativas que, además de proteger a las personas consumidoras más vulnerables, visibilicen cuál es el impacto ambiental del consumo y consigan “cambiar el paradigma”.
“El consumo no es sólo una relación técnica entre dos partes, es realmente una relación social que implica costes y que tiene consecuencias”, ha esgrimido el ministro para advertir de que los hábitos de consumo no se pueden analizar únicamente desde el lado de la oferta, “sino también desde el de la demanda, que es la otra parte de la moneda”.
En este sentido, Garzón ha defendido que una ciudadanía “mejor informada” sobre el impacto ecológico de sus patrones de consumo es también una ciudadanía que “toma mejores decisiones”.
De ahí que el ministro haya señalado el derecho a la información como otro de los pilares que España impulsará durante su mandato al frente del Consejo de la UE. Junto a ello, Garzón ha avanzado que también se fomentará una agenda legislativa para desarrollar los objetivos de la Nueva Agenda Europea del Consumidor, entre ellos, los vinculados al derecho a reparar.
“Desde España queremos seguir impulsando los derechos de los consumidores en las cuestiones relacionadas con las garantías mínimas obligatorias y los reemplazos”, ha recalcado para referirse a la ampliación de garantías obligatorias de dos a tres años que ya aprobó el Ministerio de Consumo en 2022.
Finalmente, Garzón ha hecho hincapié en la necesidad de “ser audaces” en las políticas públicas y transitar hacia modelos de consumo más sostenibles y saludables. “Tenemos que ayudar a que la ciudadanía pueda ser más corresponsable, a que esté estar mejor informada y podamos dejar un futuro mejor a las generaciones presentes y futuras”, ha concluido.
El ministro de Consumo también ha asistido este martes a la reunión informal de ministros de Consumo de la Unión Europea. En ella, se han abordado los dos grandes retos que Europa debe abordar para garantizar la protección de las personas consumidoras. Por un lado, el coste que están soportando las familias trabajadoras debido al encarecimiento de los alimentos y la energía y, por otro, el impacto ecológico del consumo.
“Ambas dimensiones requieren de acciones urgentes coordinadas a nivel europeo. Europa tiene que seguir avanzando en las reformas del mercado eléctrico que abaraten las facturas de los hogares y acaben con el oligopolio energético”, ha señalado el ministro de Consumo.
Sobre la inflación de productos, Garzón ha puesto encima de la mesa la necesidad de “habilitar mecanismos para controlar y frenar el encarecimiento de una cesta de alimentos básicos y saludables, vigilando especialmente los beneficios extraordinarios de las grandes distribuidoras”.