El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha calificado este jueves de “necesario” el acuerdo alcanzado en la última COP27 para “pagar al Sur Global los daños climáticos presentes y futuros”, si bien, ha lamentado que no sea “suficiente” para evitar que la temperatura global del planeta aumente 1,5ªC respecto al periodo preindustrial.
Según ha argumentado Garzón en el seminario Decrecimiento para salvar la vida organizado por el Ministerio de Consumo, uno de los principales problemas de la actual “crisis ecosocial” es la ausencia de un “programa audaz” con el que afrontar los obstáculos que, en la lucha contra el cambio climático, ponen empresas relacionadas con los combustibles fósiles.
Además, el ministro ha advertido de que, para minimizar el impacto climático de nuestras acciones, hay que partir de “indicadores e información certera sobre toda la cadena de la producción y el consumo, incluidas las exportaciones”.
“Cuando usamos indicadores adecuados, como los que usó el ministerio en el informe sobre la sostenibilidad del Consumo en España que elaboramos con la Comisión Europea, descubrimos que las economías del Norte Global, incluida la española, no están mejorando tanto como creíamos en la reducción de las emisiones de carbono”, ha explicado Garzón.
Ante ello, el ministro de Consumo ha puesto el acento en la necesidad de que los distintos gobiernos tengan presente “las dos limitaciones biofísicas generales, la energía y los recursos naturales, que tiene el planeta en sus políticas”. Principalmente, según ha añadido, porque “la crisis climática no es solo un problema climático” sino también “ecosocial”.
“No se trata de un problema relacionado únicamente con las emisiones de carbono porque, de ser así, bastaría con cambiar los combustibles fósiles por energías limpias, independientemente de otros impactos ecológicos. Necesitamos un nuevo paradigma que nos permita ver el panorama completo y lidiar con consecuencias tan diferentes como las nuevas enfermedades, el empleo, la inflación…”, ha explicado Garzón.
En esa línea, el ministro ha recalcado que el consumo “no es una tarea neutra” y que, por tanto, “tenemos la oportunidad de cambiar nuestros patrones para ayudar a salvar nuestro planeta”. Por ello, ha destacado que hábitos como una alimentación más sostenible y saludable no sólo son buenos para la salud individual sino también para la del planeta.
Finalmente, Garzón ha advertido de que la crisis climática “tampoco es neutral desde el punto de vista de las clases sociales”, por lo que ha apostado por “establecer una alianza en torno al movimiento decrecentista para enfrentar la crisis climática de manera adecuada”.